Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas está la única y mejor forma de superarnos...
Me despierto en la mañana para vete pasar, y tenerte en mi mente por el resto del día. Aun no se tu nombre y ya eres dueño de mí, y me paso todo el día imaginando tu risa.
No se qué hacer para ser el aire que va a tu alrededor que acaricia tu piel. Solo quiero conversar, solo quiero conocerte dame un poco de tu tiempo para convencerte, yo solo quiero ser tu amiga y me muero por salir contigo, dame una señal solo dame una mirada si tu estas a mi lado a mi no me importa nada, ya quiero estar entre tus brazos y me muero por probar tus labios rojos llenos de ti, solo dime que sí.
Me desvelo en las noches para pensar en ti y si duermo solo sueño con tener tu caricias, que vida la mía. Tengo todo este amor y solo es para ti y yo solo me conformo con mirarte otro día, que vida la mía…
Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible…
Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…
Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.
Puede ser que me sienta tentado a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria…
Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo de sentir linda… ¡La persona más linda que puedo ser!
Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todos
Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta,
y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!
Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.
Tu nombre es mi dulce castigo
Mi sangre, mi droga y rubí
Mi parte de vos, mi destino
Tu nombre me sabe a jazmín
Tu nombre no tiene palabras
Si está escrito en mi corazón
Y de pronto sale de cualquier lugar
No sabe más que hacerme sentir mal
Tu nombre tan inoportuno no sabe llamar
Y es así que trato de contarte todo esto que siento
Es así que estoy adormecido en el mar de ilusión
Es así que todo vale todo y todo se termina
Todo se termina
Todo menos vos
Tu nombre me tiene perdido
Vagando en el mar de ilusión
Yo nunca me doy por vencido
Yo nunca me rindo... al menos por hoy
Y es así que trato de encontrarte por nuevos caminos
Es así que en tu nombre hago rimas para ser feliz
Es así que todo vale todo y todo se termina
Todo se termina
Todo menos vos
Shakespeare en su atormentado personaje Hamlet dijo aquella frase: “Ser o no ser, esa es la cuestión”, que ha dado que pensar, y mucho pero al final, todos llegamos a la conclusión de que dentro de nosotros hay un Hamlet oculto, un ser que se mide siempre entre la duda y la decisión, el hacer o no hacer algo, el tomar este o aquél camino. No es difícil descubrirlo si nos paramos y miramos en nuestro propio pasado, y descubrimos que toda nuestra vida está hecha de casualidades y decisiones tomadas, con mejor o peor acierto, a través del transparente cristal de nuestra existencia. Un día lo vemos todo más claro y tomamos un atajo, otro simplemente nos conformamos con la vía fácil, a veces somos “malos”, y a veces somos “buenos”, y nunca creemos hacer lo correcto cuando verdaderamente lo estamos haciendo. Estamos hechos para la reflexión y esa es la eterna duda que nos corroe por dentro siempre. A cada paso que damos estamos aventurándonos hacia ese lugar que creemos nos corresponde en el mundo y formando la esencia de nosotros mismos, nuestra personalidad, y sin darnos cuenta, nuestro propio futuro.
¿Ser o no ser? Supongo que al final todo se reduce a lo mismo, tanto da ser algo como no ser nada, puesto que es inevitable que aspiremos a algo, que tengamos algún sueño, algún aliento que nos haga querer seguir viviendo. Lo menos importante sería entonces decidir lo que queremos ser o no ser, pues no siempre podemos tornar la vida a nuestro antojo, entendiendo así que quizá lo realmente necesario no sea tanto mirar un futuro que puede que nunca exista como mantener la mirada fija en este presente que se nos regala. Y sonreír tanto a las buenas cosas como a las desgracias, pues todas ellas van a formar parte de lo que un día seremos.